Juramento de Fidelidad y El Memorial de Agravios
En el virreinato de la Nueva Granada, como en las demás colonias hispanoamericanas, hubo manifestaciones que apoyaban al rey Fernando VII ante la agresión de la que fue objeto por parte de Napoleón Bonaparte.
Como muestra de esto el 11 de septiembre de 1808, en la ciudad de Santa Fe de Bogotá, se hizo un “Juramento de fidelidad” que luego se extendió por todo el virreinato. Este acto, representó un día muy importante, pues era la reafirmación de la lealtad al gobierno español.
Sin embargo, en 1809 comenzaron los movimientos de insurrección. La ausencia del rey y la dominación francesa de la Península motivaron levantamientos que solicitaban la separación de las colonias y la defensa de la monarquía frente a los invasores franceses. Los ecos de la revolución de Quito se sintieron en el virreinato, cuando Camilo Torres Tenorio propuso apoyar a los quiteños. Se organizó una junta que pronto se disolvió, lo que dejó en claro las diferencias entre los criollos y los españoles, pues los primeros no tenían igualdad de representación. Esto impulsó a Camilo Torres a escribir, en noviembre de 1809, el Memorial de Agravios, en el cual defendía el derecho de los criollos a participar en el gobierno y a tener las mismas oportunidades. Para 1810, este documento sirvió como base ideológica a los movimientos de independencia de las diferentes provincias del virreinato.

Camilo Torres Tenorio fue abogado, intelectual, político y mártir que encabezó el movimiento de la primera independencia de la Nueva Granada, hoy Colombia. Por su capacidad oratoria, pasó a la historia como El Verbo de la revolución.